El superficial o equivocado diagnóstico de la situación o problema por parte del líder, llevará a ese líder a recetar una errónea prescripción y/o dosificación de los procedimientos y acciones requeridos para resolver o solucionar la situación o problema. En otras palabras, lo llevará a recomendar un equivocado remedio, mientras el problema y sus consecuencias, debido al error de diagnóstico, seguirán creciendo, fortaleciéndose y agravándose.
Aunque en mis artículos o notas no me gusta referirme a individuos, lugares ni casos en particular para evitar discusiones basadas en personas o situaciones, pondré esta línea editorial a un lado y tomaré la libertad de mencionar un par de casos, ocurridos en Latinoamérica, uno de hace unas décadas y otro reciente, que a mi entender son ejemplo del título de este artículo. Sigue leyendo Un auténtico líder no solo debe diagnosticar los problemas y prescribir o recetar soluciones, sino también garantizar la adecuada y efectiva dosificación. Miguel A. Terán