Consideramos que el problema se inicia cuando podemos percibirlo, cuando ya nos afecta, negándonos a reconocer que todo comenzó mucho tiempo antes. Miguel A. Terán

No solo el líder debe comprender la afirmación del título de este artículo, es importante que todos comprendamos esa realidad. Las raíces de los problemas son necesidades insatisfechas y no resueltas. En la necesidad insatisfecha es el lugar donde encontramos el nacimiento y evolución del problema. Generalmente, vemos o percibimos el problema cuando ya es un problema, y sus consecuencias o efectos comienzan a impactarnos.

Muchas veces, lo primero que hacemos, es tratar de definir el problema tomando como referencia otro problema, lo cual conlleva el riesgo de que se nos escapen las raíces o causas que originaron el problema inicial, y a partir de allí,  podremos girar continuamente en el tiempo sobre síntomas, efectos y consecuencias, sin poder resolver lo que desconocemos.

Las inquietudes, malestares y carencias de la necesidad van evolucionando en el tiempo, llevando la necesidad a la categoría de problema, con diferentes grados de impacto, complicación y consecuencias. Sigue leyendo Consideramos que el problema se inicia cuando podemos percibirlo, cuando ya nos afecta, negándonos a reconocer que todo comenzó mucho tiempo antes. Miguel A. Terán