Un auténtico líder político debe ser un estadista. En otras palabras, un individuo –según lo definió Winston Churchill- “Que piensa en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones”. Miguel A. Terán

Comencemos por otorgar magnanimidad o grandeza a la palabra Estadista, ajustemos –para ello- el simple significado que le otorga el diccionario,  cuando describe al estadista como una “persona con gran saber y experiencia en los asuntos del Estado”. La palabra así definida, no significa nada especial, porque un político cualquiera –de los que abunda- con algunos años de “experiencia” y “conocimiento” de lo político podría hacerse merecedor a esa simple calificación.

cropped-logo-lider-voice.jpgA mi entender la palabra estadista no solo define a alguien con conocimiento y experiencia de lo político, sino que describe a ese especial individuo,  cuyo nivel de conciencia lo ubica por encima –tanto- de los intereses partidistas como de los intereses propios de otros sectores de la sociedad, cuando éstos se alejan del Logro del Bien Común, que es el objetivo principal de un auténtico estadista.

El filósofo y ensayista español José Ortega y Gasset, afirmaba que “el estadista era un ser incomprendido, que se ocupa de las cuestiones de largo plazo y toma decisiones impopulares a corto plazo, en tanto que la mayoría de los políticos se preocupan de los resultados inmediatos de sus acciones”. Sigue leyendo Un auténtico líder político debe ser un estadista. En otras palabras, un individuo –según lo definió Winston Churchill- “Que piensa en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones”. Miguel A. Terán