El efectivo liderazgo no debe evaluarse –de ninguna manera- solo en base a los resultados, logros, impacto y efecto del líder durante su período de gestión, ni mucho menos por decisiones y acciones puntuales, sino principalmente en los resultados y consecuencias futuras y posteriores a su gestión de liderazgo.
Tomar algunas decisiones y acciones para conseguir resultados inmediatos -a corto plazo- puede ser tarea fácil, pero en busca de lo inmediato el líder puede estar empeñando o endeudando el futuro.
Cuando los logros de algún líder desaparecen junto al líder, una vez concluida o finalizada su gestión, me atrevería a afirmar que su liderazgo –de alguna manera- fracasó. Sigue leyendo Las decisiones y acciones del actual líder van creando –para bien o para mal- el perfil del líder que lo sustituirá. Miguel A. Terán