Reconocer y valorar a un líder solo por sus resultados, especialmente a corto plazo, es un absoluto gesto de miopía, que demuestra incapacidad para enfocar los resultados e impacto de esa gestión en el mediano y largo plazo. Muchas decisiones y acciones “exitosas” en el presente pueden tener pésimas consecuencias en el tiempo; por ello, un auténtico líder debe comprender el impacto futuro de sus decisiones y acciones.
No se trata tampoco de solo evaluar y aplaudir sus logros, ni visualizarlos en el tiempo, sino que también es vital entender y comprender la forma en que éstos fueron alcanzados. Erróneamente algunos afirman que, si el fin es “lícito o válido”, los medios para alcanzarlo también se transforman en “lícitos o válidos”. Es importante aclarar que las pautas morales deben estar más allá de la normativa u orden jurídico, porque tienen que ver con el respeto por lo humano, no solo relacionadas con penalizar o castigar por incumplir o violar una ley o normativa. Sigue leyendo Los líderes pasan, pero los efectos nutritivos o tóxicos de su gestión permanecerán vigentes en el tiempo, para bien o para mal. Miguel A. Terán