
En democracia los ciudadanos deberíamos tener garantizada la libertad de expresarnos, sin que nuestras opiniones y argumentos sean criticados únicamente desde una perspectiva fanático-ideológica.
Sin embargo, lo que ocurre es que estamos perdiendo -cada vez- a mayor velocidad la posibilidad de expresar libremente nuestros puntos de vista, lo cual limita nuestra opinión sobre los diversos temas sociales, económicos, educativos, de salud, laborales, de justicia, culturales, científicos, religiosos y cualquiera otro, que nos impactan positiva o negativamente a todos y a las comunidades locales, regionales y mundiales a las cuales pertenecemos, porque apenas nos atrevemos a expresar nuestro sentir u opinión, somos juzgados, criticados y descalificados junto a nuestras opiniones y argumentos desde una perspectiva o punto de vista puramente ideológico y -en muchos casos- hasta cargado de fanatismo.
Continuar leyendo Los ciudadanos debemos tener la posibilidad de comunicarnos libremente, sin la presión de la ideología ni del fanatismo.
Esa es la razón por la cual el sistema social debe formar ciudadanos instruidos, educados y críticos, quiero decir adecuadamente informados y conscientes de lo que ocurre en su entorno cercano y en el mundo, así como claros en sus compromisos, deberes y derechos. En otras palabras, un individuo capaz de criticar o defender con válidos argumentos sus puntos de vista.
liderazgo, desde tiempos inmemoriales; pero el liderazgo, tiene dos protagonistas o actores principales: los líderes y los seguidores; ambos indispensables para un efectivo proceso de liderazgo. Se ha reconocido que un líder es quien tiene seguidores. Sin embargo, poca tinta y palabras han sido invertidas en tratar temas relacionados con el seguidor.